Agrupación de Cofradías de Antequera

Plantilla creada por Conexanet

(2011) D. José Escalante Jiménez

Cartel Naranjo Beltrán 2011

 


 

PREGÓN DE LA SEMANA SANTA 2011 DE ANTEQUERA

 

PRONUNCIADO EN LA IGLESIA DEL REAL MONASTERIO DE SAN ZOILO, EL DOMINGO 10 DE ABRIL DE 2011.

 

POR

 

D. JOSE ESCALANTE JIMENEZ

 


 

CURRICULUM DE JOSE ESCALANTE JIMENEZ

Nace en el año mil novecientos sesenta en Antequera (Málaga), ciudad en la que realiza sus primeros estudios para con posterioridad  trasladarse a la Universidad de Málaga donde obtiene el título de licenciado en Historia.

 

Dentro de su formación académica  es: Especialista universitario en archivística, Experto universitario en heráldica, genealogía y derecho premial, Especialista universitario en Genealogía, Doctorando por la Universidad de Málaga.

 

En la actualidad, dentro del plano laboral,  ocupa los cargos de Archivero Municipal, Auxiliar del Archivo Diocesano en Antequera y Director del Archivo Histórico Municipal de la misma ciudad.

 

Académico numerario y Archivero Bibliotecario de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera, de la que es miembro refundador y miembro de su comisión gestora.

 

Cronista oficial de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de Antequera.

 

Colaborador en calidad de profesor, del Aula de Formación Abierta para mayores de la Universidad de Málaga.

 

Autor de numerosos libros (monografías), publicaciones colectivas y artículos de investigación, así como ponente en diversos foros y coordinador de distintas exposiciones y muestras tanto a nivel local como provincial.

 

Muy vinculado al mundo cofrade antequerano, y en especial a la Archicofradía de la Sangre “Estudiantes” en la que ha ocupado varios cargos y ha sido su pregonero. También ha formado parte en distintos mandatos de su Agrupación de Hermandades y Cofradías. Además de la actividad propia de cofrade, ha colaborado en distintos foros de difusión y divulgación de la Semana Santa de Antequera de la que ha sido presentador de su cartel oficial.

 


 

ORACIÓN
¡Ya están solos mi corazón y Antequera!
Ya están dispuestos Señora, los hemanacos en los varales.
Ya está listo el trono de Antequera
Ya está la almohadilla amarrá
Ya has dado Señora la primera voz.
Ya has tocado la primera campana
Permíteme Señora
Que con mi corazón abierto
Y mi palabra temblorosa
Eleve a ti esta oración
¡Madre mía de los Remedios!
Una oración por todos los hermanacos
Por aquellos que fueron
Y ya no pueden serlo
Por los campañilleritos de lujo
Por las camareras
Por aquellos que iluminan con su cera
El andar de los tronos
Por aquellos que te cantan saetas

Por Antequera Señora que se estremece
Que se estremece y llora
Por Antequera que cada primavera nace
Como una flor a la Luz Eterna
Por Antequera que esta dispuesta
Por Antequera que esta preparada
Presta a la voz del Hermano Mayor
Y el pregonero llama
Antequera ¡atenta!
A mi voz y muy despacio
¡sin que se mueva un varal!
¡sin que roce una flor!
¡ARRIBA!
¡Ya están solos mi corazón y Antequera!
Dios te Salve Remedios
Llena eres de gracias
El Señor es contigo
Bendita tu entre todas las mujeres
Dios te Salve Remedios

PROEMIO
Sr. Presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de
Semana Santa, Iltmo. Sr. Alcalde del Excmo. Ayuntamiento de
Antequera, Excelentísimos e Ilustrísimos Académicos de la Real
Academia de Nobles Artes, que hoy nos acompañan, Dignísimas
autoridades, Hermanos Mayores de las cofradías, Rvdo. Padre,
señoras y señores.
No puedo empezar sino agradeciendo de todo corazón las palabras que
ha tenido a bien dedicarme mi querida amiga Carmen, con la que
coincidí hace ya algunos años y a pesar de la diferencia generacional,
en esa aventura que para muchos antequeranos es, el asistir a diario a
las clases de la universidad en nuestra cercana Málaga.
A pesar de todas esas cosas que has contado mi querida amiga
Carmen, vengo al pregón con solo dos títulos ser antequerano y
cofrade.
Ante todo quiero pedir benevolencia a este ilustre senado cofrade, y
rogar sepan comprender la osadía de este pobre orador que pretende
pregonar la Semana Santa de Antequera, sabedor de la elocuencia de
la palabra de cuantos me han precedido en este menester.
No es necesario recordar a los antequeranos de nacimiento y a los
antequeranos de corazón que han exaltado con su sabia prosa y sus
versos, a nuestra Semana de Pasión.
Mucho se ha escrito y se ha dicho ya en los pregones de la Semana
Santa de Antequera, Mari Carmen Villalón y Ana Lara pusieron el
sentimiento, Pérez Cervantes lo dotó de religiosidad, Barón le puso la
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poesía del maestro Galvache, Ángel Guerrero la fantasía, Juan Manuel
Moreno le dio voz y Carmen González , Carmen le inyectó juventud.
¿qué le queda a este pregonero por decir?
¡Mucho!, la Semana Santa de Antequera es inagotable como inagotable
son sus cofradías, podríamos hacer el pregón de los imagineros,
auténticos artífices de la plasmación devocional o el pregón de las
iglesias, o el del hermanaco o el de sus Vírgenes y su llanto contenido, y
como no el pregón de la “Vega”.
La Semana Santa de Antequera es inagotable, todo está por escribir,
cada año nace y se renueva.
A María Santísima de los Remedios, Patrona de Antequera y su
Alcaldesa Perpetua, he suplicado su protección y amparo. Obligado
estaba, vine al pregón, el día más mágico del año, en la mañana que
precede a la Noche Buena de los Caballeros, en ese inmensurable
momento de ilusión en el que los niños impacientes esperan ser
recibidos por sus Majestades los Reyes de Oriente, quiso la gracia
divina que en ese momento y cogido de la mano de mi hija dijera el sí
quiero y firmara este compromiso. ¿Puede un cofrade recibir mejor
regalo de Reyes? Y lo hice en el claustral patio del que fuera convento
de franciscanos terceros, junto a su iglesia donde los antequeranos
rendimos culto a María Santísima de los Remedios.

CANTO A ANTEQUERA
Antequera es una tierra de abundancia y de fecundidad y sobre todo
de fe…¿Qué ciudad conocéis que tenga tantos santos patrones como la
nuestra? A Santa Eufemia se encomendó el Infante don Fernando y en
agradecimiento a su protección, la nombró ganadora, siguiendo el uso
y costumbre, pero Antequera pronto miró a María Santísima y el
propio apóstol Santiago le entregó a fray Martín de las Cruces el
Remedio anhelado y Antequera se convirtió en Mariana
Luego la ciudad proclamó a San Cristóbal el que carga a Cristo,
abogado de los viajeros, a San José y a nuestra Señora del Rosario, por
la salud, por su salud
Antequera es un cruce de caminos, de gentes que vienen y gentes que
van, y siempre ha pedido por la salud,
¿Qué ciudad conocéis que tenga tantas advocaciones a la salud como
Antequera?
María Santísima de la Salud protege la puerta de Granada en su
ermita de Santiago,
El Santo Cristo de la Salud presidía la ermita de San Sebastián en el
antiguo camino de Estepa y
el Santísimo Cristo de la Salud y de las Aguas, patrón de Antequera
nos protege en la Puerta de Málaga.
Pero es que además Antequera, tiene un Ángel de la Guarda, Angelote
le llamamos los antequeranos, que preside todos nuestros actos y vigila
presto desde la altura de la torre de San Sebastián a nuestra ciudad y
sus campos velando por nosotros, en su pecho dicen lleva a Santo
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Tomas, Santa Bárbara a San Juan Bautista, y a San José, y hasta una
reliquia de Santa Eufemia, cuentan que tiene guardada en su corazón.
Os habéis fijado el Angelote es un gran crucifijo su cuerpo se convierte
en stipes y su bandera en patibulum, presidiendo y proyectando su
sombra sobre Antequera y su Vega, como un gran crucifijo que arropa
y a coge a toda la ciudad.
Hay un lugar donde al pregonero le gusta dialogar con Antequera y
mirar a la cara al Angelote, y no es otro que las “almenillas”, desde
aquí el pregonero le habla a Antequera y Antequera le responde.
No hay otro lugar igual, desde aquí contemplamos a esta ciudad
universal, sus calles, sus iglesias y palacios, que nos hablan de su
pasado y de su presente y nos insinúan el futuro en cada rincón. Cada
rincón, cada espacio tiene una historia, un recuerdo. Desde aquí
contemplamos las torres de sus iglesias y las espadañas de sus
conventos, las blancas paredes de su caserío y las fachadas de sus
palacios.
A la espalda, la ciudad antigua presidida por el arco de los gigantes,
genialidad de presunción antequerana que lo convirtió en el primer
museo de España, junto a él, las viejas murallas de su alcazaba.
Todos quieren contarnos su historia. Desde aquí desde las
“almenillas”, el pregonero puede recrear a una ciudad que se viste de
gala cada primavera para con un clamor jubiloso arropar a sus
cofradías.
Y es que Antequera se transformar en Semana Santa, cambia la luz de
su cielo, y hasta lo sonidos son distintos

SEMANA SANTA
La Semana Santa de Antequera está llena de momentos místicos y de
ritos, todo tiene su momento, todo su lugar, nada se deja al azar. Los
ritos son fiestas y la Semana Santa, es la fiesta por excelencia de
Antequera, existe una sintonía entre los antequeranos y sus cofradías,
por eso la Semana Santa de Antequera es singular, porque la hace el
pueblo desde el corazón.
Todo comienza desde la cuaresma, aquí el cofrade canta a sus titulares,
y recuerda a propios y extraños que se apresta a celebrar la Semana
Santa, triduos y quinarios, novenas y setenarios, carteles y pregones
todo inunda el aire y las calles de Antequera y el aire se llena de olores,
una mezcolanza de aromas se aglutinan, azahar, canela e incienso,
ajonjolí y alelíes, es la fiesta de los sentidos.
Los desfiles procesionales son una obra maestra de la teatralidad
barroca y tienen un escenario y una escenografía.
El escenario Antequera, una vez más desde las “almenillas” vamos a
contemplar en todo su esplendor el espacio donde las hermandades
van a escenificar la gran obra de la Pasión de Cristo, Antequera entera
está pensada para acoger los desfiles de las hermandades, sus calles
están plagadas de templos y conventos de calles íntimas que permiten
el dialogo directo con Jesús y María, y de capillas de encuentros,
Santiago, Cruz Blanca y el Portichuelo, que bien le cantó al
Portichuelo el maestro Montero Galvache, todo el espacio antequerano
está concebido para arropar a las cofradías en sus desfiles
procesionales.

Y en el centro de todo el trono como elemento escenográfico principal.
El trono antequerano es un capricho de la armonía, todo es justo, todo
está medido, todo está proporcionado, los tronos de palio de Antequera
tiene personalidad, son un conjunto de elementos pensados para dar
mayor gloria a María Santísima y a Jesús, por que en Antequera los
Cristo también llevan palio.
Serán de diez, de doce varas…, y cubrirán al trono de carrete o de
pirámide columna que levanta a la imagen para que pueda ver a su
pueblo, unión entre lo humano y lo divino.
Los actores, el pueblo de Antequera, hermanacos, taeteros, penitentes,
promesas, hermanos mayores, camareras y mayordomos y
campanilleritos ¿Qué sería de la Semana Santa de Antequera, sin los
campanilleritos de lujo? ¿Os habéis fijado en sus caras?, ¿os habéis
fijado en sus gestos?, son la quinta esencia de la Antequera cofrade,
con que vigor hacen repicar su campanitas de plata anunciando a
Jesús y María.
Y entre todos los actores la mujer, que sería de nuestra Semana Santa
sin las mujeres, hoy que tanto se reivindica su papel, a nadie se le ha
ocurrido mirar a las mujeres antequeranas, que desde hace décadas
son parte esencial y fundamental de nuestras cofradías, no existiría la
Semana Santa sin la mujer, no solo como camareras, si no como
hermanas de luz, como directivas en las Juntas de Gobierno, como
mantillas y que osadía en Antequera tenemos mujeres pregoneras y
hasta Hermanas Mayores de Cofradías.
María es mujer, acaso entenderíamos la Semana Santa sin María

María es la primera cofrade, la que sufrió la pasión. ¿Cómo no va a
estar presente la mujer en nuestras cofradías?
Por eso la Antequera milenaria, la de las iglesias y palacios es
universal. Por eso cada primavera hace vibrar a su pueblo. Por eso
Antequera misma es Arte Por eso su Semana Santa es única
Y la a Semana Santa de Antequera, va a comenzar
Las andas ya están colocadas, las almohadillas apretadas
Y el pregonero preguntara
¿Antequera, estas dispuesta?
¿Antequera, estas preparada?
Atentos, mi voz...
¡Al cielo, por Antequera!

DOMINGO DE RAMOS
“Lanza gritos de gozo hija de Jerusalén. He aquí que viene a ti tu rey;
justo el rey victorioso, humilde y montado en un asno, en un pollino cría
de asno” (Zacarías 9,9)
Con la cofradía de la Pollinica, Antequera se adentra en su Semana de
Pasión, es Domingo de Ramos, comienza el rito, por la mañana la
bendición de las ramas de olivo y palma, todo es júbilo, toda
Antequera se prepara envuelta en aleluyas bajo el luminoso cielo de la
Esperanza a recibir a Jesús en su entrada triunfante en Jerusalén.
Aun recuerdo como si fuera ayer, cuando apenas con seis años, mi
madre me vistió con una túnica blanca con botonería morada y capuz
y me dio una enorme palma y cogidos de la mano fuimos a las puertas
de San Agustín, un Domingo de Ramos de hace muchos años.
Fue mi bautizo cofrade, como el de tantos antequeranos.
La cofradía de la Polínica es la puerta por la que se accede al sentir
cofrade, luego... unos serán hermanos de luz, otros hermanacos, otros
hermanos mayores, otros se atreverán a decidir el devenir de las
cofradías, pero estoy seguro de que todos alguna vez hemos portado la
palma de la victoria, esa palma que a algunos ha encandilado y ha
dejado unidos para siempre a esta hermandad en simbiosis, con
corazón joven, a pesar de las canas, nadie sabe mejor esto que mi buen
amigo Pepe Villalón pollínico de pro y maestro de cofrades.

La tarde del Domingo de Ramos en Antequera, es una exaltación de
alegría y de ilusión, todo gira en torno al viejo templo de San Agustín
henchido de juventud cofrade,
El primer paso de la Semana Santa de Antequera sale por el estrecho
arco, Jesús montado en su borriquita rodeado de mujeres y niños,
rodeado de esperanza, como nos lo describe Nicodemo, en su
particular evangelio.
Corría el año de 1950, cuando la voluntad de la Agrupación de
cofradías quiso dotar a esta hermandad de su titular. ¡Era necesario!,
como no iba a tener Antequera borriquita, es el triunfo de Jesús, es el
gozo de Antequera, y como puedo sentir el suspiro que desde el cielo, se
les escapa a Santi Calle, que desde allí, seguro que sigue jaleando a su
Pollinica, entre palmas de gloria.
Luego, vendrá la agonía en el Huerto de Getsemaní.
Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos
también le siguieron.
Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.
Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto
de rodillas oró diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero
no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo
para fortalecerle.
Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como
grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.

Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló
durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por qué dormís?
Levantaos, y orad para que no entréis en tentación. (Lucas22, 40-46)
Así es como lo representa la cofradía de la Pollinica, en su segundo
paso del Domingo de Ramos.
En nuestra ciudad hubo hace muchos años una hermandad ubicada en
una capilla en el convento de Mínimos de San Francisco de Paula era
la cofradía de la Humildad de Cristo Señor Nuestro y Oración del
Huerto
El paso de la Oración en el Huerto, era espectacular recogía integro el
pasaje de Lucas, Cristo arrodillado, orante, un Ángel, junto a un olivo,
y lo completaban las imágenes de de los tres apóstoles, Pedro, Juan y
Santiago, dormidos a los pies del olivo. Este paso, fue conocido como el
de los durmientes, es el antecedente del actual.
Jesús en Getsemaní experimenta el conflicto de su doble naturaleza,
humana y divina, en ese momento de lucha espiritual, suda sangre.
Luego vendrá María Santísima de la Consolación y Esperanza
María no llora, su mirada esta ausente, pensativa, como presagiando
en su pensamiento la amargura de la Pasión, buscando consuelo en el
infinito azul del cielo.
No llores ni tengas pena
que en la noche soberana
eres la estrella bella
que más brilla en Antequera

LUNES SANTO
Mi alma está dividida cuando me rodean los muros de esta iglesia de
San Francisco,
con el Cristo Verde aprendí a ser hermanaco, con Vera Cruz aprendí
el camino, con el Cristo de la Sangre…con el Cristo de la Sangre
aprendí a vivir.
Llegado este momento el pregonero tiene que respirar profundamente
para frenar la emoción que le invade, ¡cuantos recuerdos!, cuanta
cosas vividas, cuanta esperanza depositada.
¡Sí! porque entre estas cuatro paredes aprendía a ser cofrade, ya lo
dije cuando tuve el inmenso honor de poder pregonar a los estudiantes,
lo primero que vieron mis ojos fue la ventana del camarín de Nuestro
Padre, por que vine a la vida junto a San Francisco, aquí jugué entre
sus granados y cipreses, aquí inicie mi andadura como cofrade, aquí
aprendí a querer a la Semana Santa, aquí aprendía a amar a Jesús y a
María, aquí quiso la divina providencia que tuviera la dicha de unirme
a mi mujer a mi compañera, todo son recuerdos, mi vida no tendría
sentido sin las vivencias con los estudiantes, todo se lo debo a esta
cofradía, aquí he vivido días de gloria y penas, que satisfacción para
este pregonero el poder estar hoy aquí, donde todo comenzó.
La cofradía de los Estudiantes es singular, como es singular el templo
que los acoge, aquí se une en perfecto vinculo armonioso lo antiguo con
lo nuevo, por eso las cofradía de los estudiantes tiene solera, aquí todo
es distinto, la túnica se ha cambiado por el traje y una banda verde
atraviesa el corazón de los hermanacos, marcándolos para siempre,
el ronco tambor llama a silencio

Antequera prepárate
Antequera sal a la calle
Antequera corre a San Francisco
Todo está listo ya
Ya sale el negro estandarte
Ya forman las filas los hermanos de luz
Ya se abren sus capas blancas
Ya huele la cera verde
Ya huele a fragante incienso
Ya se oye la corneta cantar
Y en San Francisco, se escucha un suspiro…
A mi voz, al brazo
Todo es silencio, un silencio que no pesa
Y en San Francisco, se escucha un suspiro…
Nuestro Padre avanza, lentamente y el silencio se va llenando
primero el sonido de los varales, luego el rozar de los zapatos, luego el
palpitar de los corazones, el Nazareno avanza, lentamente, a la luz, a
Antequera
Y en San Francisco, se escucha un suspiro…
Ya sale el Cristo la Sangre
Ya sale la mirada serena del Nazareno de Antequera

Y en San Francisco, se escucha un suspiro…
Al son de roncas trompetas
A la voz del hermano mayor
Y El Cristo de la Sangre llena de Hosannas las calles de Antequera
Y en San Francisco se escucha un suspiro…
a lo lejos se deja sentir el Stábat Mater
el Cristo Verde comienza su vía crucis
El tiempo se detiene y los melodiosos compases de una capilla musical
nos envuelven en un paradisíaco éxtasis cofrade, solo el paso firme del
hermanaco nos hace volver a la realidad y mirar entre luces y sombras
al Cristo Verde, al Cristo de los Estudiantes.
Y Antequera recibe al Cristo Verde,
Al Cristo redentor
Y Antequera reza al Cristo Verde
Danos la Salvación Cristo Verde
Por tu sangre redentora
Escucha a tus estudiantes Cristo Verde
Y Antequera y Cristo Verde se funden
En un singular abrazo
La noche del lunes santo
es la noche del Cristo Verde

MARTES SANTO
Corría el año de 1670, cuando el patrono de la que sería capilla mayor
de un nuevo convento en Antequera, Luis Ignacio Pareja y Obregón,
abuelo de quien será primer conde la Camorra concertó con el fraile
trinitario descalzo Pedro del Espíritu Santo, la construcción de la
iglesia del convento de esta orden en nuestra ciudad, a la salida del
camino de Lucena frente a la Cruz Blanca.
Gracias a su generosa aportación Antequera tiene un día especial en su
Semana Santa, el viejo convento de la Trinidad se llena de luz y de
algarabía cada Martes Santo, pocas imágenes son tan veneradas en
Antequera como el Santísimo Cristo del Rescate, aquí las formas se
rompen, las estrictas normas se ven superadas, el Señor del Rescate
avanza por Antequera en una constante bulla, rodeado por miles de
devotos que cada año acuden a la cita, a cumplir la promesa con su
Señor.
Cuantas esperanzas, cuantos anhelos, cuantos deseos se susurran al
señor del Rescate. Toda Antequera, fielmente cada año acude a la cita
el primer viernes de marzo, a rendir culto al Señor. Es otro más de los
ritos de nuestra Semana Mayor.
Mirad aconteció que la imagen de Jesús Nazareno cayó en manos de
Musley Ismael y su ejército y llevada a Mequínez. Aquí y por orden
expresa del Rey Muley, la imagen fue arrastrada por sus calles y fue
arrojada en un muladar la imagen el trinitario Fray Pedro de los
Ángeles, la vio, presentándose ante el rey, solicitó su rescate se dice que
el rey accedió y le permitió al padre trinitario custodiar la imagen,

hasta que reuniera el dinero para su rescate, amenazándole que, de no
hacerlo así, lo quemaría a él y a la imagen.
Los Padres trinitarios Miguel de Jesús, Juan de la Visitación y Martín
de la Resurrección lograron convencer al rey Muley de que tasara el
rescate de la imagen pagando su peso en oro. La historia asegura que
la balanza se equilibró exactamente cuando se acumularon tres
monedas una y otra vez, accediendo finalmente al rescate.
Desde entonces la imagen de Jesús Nazareno estará unida a los
trinitarios y lucirá en un escapulario su cruz la cruz que simboliza al
Padre al Hijo y al Espíritu Santo.
Jesús, tras la Oración en el Huerto de Getsemaní y su posterior
Prendimiento, fue conducido preso y cautivo a casa de Anás que era
Sumo Pontífice.
Cristo aparece erguido, sus pies paralelos, firmemente apoyados en el
suelo, las manos entrelazadas por un cordón dorado, mostrando su
indefensión ante la plebe. Cristo ya ha sido prendido, azotado y
coronado y sentenciado espera marchar a la cruz, como cordero que va
ser inmolado por nuestros pecados.
Así se presenta al pueblo de Antequera Y Antequera acude a su
llamada.
María Santísima de la Piedad ira delante Con las manos implorantes,
desconsolada, en dulce y tierna amargura, herida por el filo de su
llanto, la luz de las velas el rostro le ilumina
Las lágrimas de la Piedad
irán cayendo en la tierra

y de cada una brota
una rosa y una perla
No llores Madre mía de la Piedad
que no estas sola
que te acompañan la luna clara
y una saeta gitana
Detrás el Hijo, resignado, indefenso, esperando recibir su Cruz.
Y Antequera se llena de mantillas y de copla, ningún día se cantan
tantas saetas, la saeta se ha convertido en el himno de la hermandad.
Antequera es un bullir de fe, de ruegos y de esperanzas, el Martes
Santo es el día del Señor
Padre nuestro Jesús del Rescate
Rey eterno de amor y de paz;
reina siempre en tus fieles Esclavos
y del mundo, Señor, ten piedad !

MIERCOLES SANTO
Un repique de campanas anuncia al Cristo del Mayor Dolor,
Antequera impaciente espera, como si fuera la primera vez, como si
fuera el primer encuentro, los hermanos de la cofradía y un piquete de
honor van a trasladar a Cristo Nuestro Bien, como lo hiciera Andrés
de Carvajal, es un momento sublime en la Semana Santa de
Antequera.
Sabed que un doblar de campanas un triste domingo de abril anunció
que el Mayor Dolor acogía en su seno a quien con tanto amor lo tallo.
Antequera es una tierra de grandes artífices, que han sabido
transmitir con su plástica la Pasión.
El Santísimo Cristo del Mayor Dolor, recoge uno de los momentos de
la flagelación, “desatado de la columna, caíste en tierra a causa de tu
debilidad. Tú estabas tan agotado por la pérdida de sangre que no te
podías sostener sobre tus pies. Las almas piadosas te contemplan
arrastrándote sobre el pavimento, barriendo tu sangre con tu cuerpo,
buscando aquí y allá tus vestiduras” (C. Cañedo Argüelles)
El Cristo del Mayor Dolor tiene una unión mística con Antequera,
cada año cientos de hermanos acompañan al Señor, con sus túnicas
negras, en silencio, Antequera entera sale a la calle a acompañar a su
Cristo y a su Virgen, la cofradía se queda sin túnicas, pero no se queda
sin cera, sin la cera de sus promesas. Sin la cera roja del silencio, sin la
cera de la Sangre de Cristo.
Y el Señor del Mayor Dolor camina por las calles de Antequera,
lentamente, sintiendo el calor de su pueblo, arropado por sus
legionarios.

Porque el Miércoles Santo Antequera se llena de Banderas, banderas
de fervor, banderas de amor a Cristo...Y a María
Porque el Miércoles Santo, también es el día de María, de María
Santísima del Mayor Dolor, de los Dolores la llamó Carvajal, de los
Dolores la veneraban los canónigos de la Colegiata
Del Mayor Dolor la bautizo el pueblo, no hay en Antequera una Virgen
que materialice tan profundamente el dolor, su rostro afligido,
desgarrado, sus ojos perdidos en el infinito, mirando suplicantes al
cielo, al Padre, las lagrimas recorriendo sus mejillas, su boca entre
abierta, las manos entrecruzadas en el pecho, prefigurando la cruz del
martirio.
No hay pena como tu pena,
dolor como tu dolor,
ni corazón más sufrido
que tu triste corazón.
Ese llanto, Mare mía,
tu Dolor hace Mayor,
es mucha pena metía
dentro de tu corazón
pa poder cerrar tu hería
Virgen del Mayor Dolor (saeta popular)

JUEVES SANTO
San Pedro y Santiago, dos barrios uno antes, tienen su día grande el
Jueves Santo de cada año, dos barrios hermanos con dos cofradías
hermanas. Con el Santo Cristo de la Misericordia sentí el duende del
“correr la Vega”, a María Santísima de los Dolores me enseñó a
quererla mi abuela Carmen, que diariamente y mientras la salud se lo
permitió me llevaba a Belén a rezar a su Virgen de los Dolores de la
que era fiel devota, aquí mi mirada inquieta de niño aprendió a
admirar la filigrana de yesos tejidos en las bóvedas de este templo, que
la firme gubia de los Asencio nos dejó como adelanto del paraíso
celestial, no podía ser menos había que arropar a la Virgen de los
Dolores, la reina de Santiago, os ¿habéis fijado en su compungido
llanto sereno?, cuanto amor, cuánto dolor, cuanta amargura hay en esa
mirada.
Os habéis fijado que Dolores ruega y Consuelo suplica.
No hay mayor contraste ni mayor hermandad en toda la Semana Santa
de Antequera, aquí los ritos se desbordan, llenando a Antequera de
espíritu cofrade, por la mañana la visita a los templos y el amarrar la
almohadilla, que momento tan especial para el hermanaco, es el
encuentro con los hermanos de trono, es la preparación, el primer acto,
todo un complejo conjunto de gestos y sentimientos, donde se
recuerdan a los que no están y se enseña al que llega.
Cuando la cuerda se tensa y une a las andas la almohadilla, se une
también el alma del hermanaco a su trono.
Durante más de una década fui aprendiz de hermanaco en el paso del
Santísimo Cristo de la Misericordia, ¿como explicar? ¿como

transmitir?, tantos intensos momentos. Todo comienza con el desfile de
la armadilla, recorriendo las calles de Antequera, anunciando la
estación de penitencia de la Hermandad, luego vendrá la solemne
entrada al templo engalanado de San Pedro y la salida junto al triunfo
Cristo ha muerto, a sus pies San Juan y la Magdalena, y María
Afligida, roto el corazón, como si un puñal se lo acabara de atravesar.
Detrás vendrá María Santísima del Consuelo, con uno de los palios
más airosos de toda la Semana Santa antequerana, y el pregonero tubo
el inmenso privilegio de estar presente la primera vez que un
acompañamiento de musical tubo la tremenda osadía de entornar el
vals bajo los puentes de París, primero fue sorpresa, luego jamás he
visto mayor muestra de entusiasmo, aun me estremezco al recordar la
ovación seca que llenó la plaza, ese año el recorrido por las calles de
Antequera, se convirtió en una autentica apoteosis.
Detrás de la Misericordia va
enjugando su pañuelo
cuando Cristo ha muerto ya
esa Virgen del Consuelo
¡por Dios tened caridad!
Hermanaco del Consuelo
no tengas pena ninguna
que si no la puedes ver
por la calle con la luna

otros por tu amor la ven.
Hermanacos mecerla hermanacos
hasta el cielo levantarla
con alegría y en silencio
hasta el cielo levantarla
a mi Madre mía del Consuelo. (Saeta cuartelera. Adaptación)
Mientras en el entorno de la parroquia de Santiago, los servitas se
preparan para iniciar su estación de penitencia. Hay un lugar sin igual
donde desde hace una eternidad contemplo la espectacular salida del
templo, es en Cuesta Merinos cara a cara con el compás de la iglesia de
Belén, desde esta privilegiada tribuna popular se puede ver como los
tronos se van moviendo se van preparando para iniciar su peculiar vía
crucis, primero la espectacular “levanta” del Santo Cristo de la
Columna
Cristo y trono se elevan al cielo al impulso de los hermanacos y todos a
una marchan marcando el paso hacía Santiago, saludando a su barrio.
Jesús que vas "ataíto"
con cordeles y desnudo,
dame un granito de fe,
para comprender el mundo. (saeta popular)
Nuestro Padre Jesús de los Afligidos o Cristo del Consuelo como luego
se llamó, le seguirá, la imagen está representada en su primera caída,
por eso también el sabio pueblo lo llama el Cristo Caído, unas veces la

hermandad lo vestirá de túnica purpura, otras de túnica blanca,
siguiendo a la Leyenda Dorada, un cordón le rodea el cuello y la
cintura y se prolonga hasta casi llegar a la campana, así lo profetizó
Isaías “como cordero llevado al matadero” En su rostro, casi apenas
marcada las huellas de las lágrimas. De ellas se habla en el Cantar de
los Cantares.
¿Puede existir mayor perfección? Nuestro Padre Jesús del Consuelo es
un capricho teológico, todo en él esta medido, todo en el es justo, nada
está improvisado, todo tiene un porqué.
Y de pronto una explosión de júbilo inunda la escena, allí esta Ella la
“Dolorcilla” las reina de las reinas
Miguel Márquez mandó fundir las gubias que tallaron su rostro, para
que no saliera otro igual.
MIRADLA POR DONDE VIENE
LA MEJOR DE LOS NACÍOS
NO LA PINTAN LOS PINTORES
DE BONITA QUE VENÍA
¡LA VIRGEN DE LOS DOLORES! (saeta popular)
Y hasta las varas del palio le aplauden acompasas cuando María
Santísima de los Dolores va al encuentro de la Virgen del Consuelo.
El duende de la Semana Santa de Antequera, se apodera entonces de
Santiago, no puede haber un escenario igual, ni el aire tiene sitio, toda
Antequera acude presta, a ver como Dolores y Consuelo
Consuelo y Dolores se saludan

Se unen en un vaivén de hermandad
Dolores por calle Belén
Consuelo por San Pedro
María va al encuentro de su hijo a la calle de la Amargura,
Aquí está toda la pasión
Luego el frenesí
Les ponts de Paris
Volverán a resonar
Y el palio de la Virgen del Consuelo rosará los balcones
Y los hermanacos se fundirán en un abrazo
La estación comienza, primero la visita a Madre Carmen
Y a la Alcaldesa perpetua la Virgen de los Remedios
La patrona de todos los antequeranos
Y el Jueves Santo traerá la vega
La Semana Santa de Antequera tiene nombres propios y ritos, tiene
personalidad.
El correr la vega es un ejercicio de fe cofrade, no podemos entender la
Semana Santa de Antequera sin sus vegas.
La Cruz Blanca será testigo de la primera vega Consuelo y
Misericordia se asomaran a los campos a bendecirlos y luego y a un
golpe de campana, con paso firme a la carrera se lanzaran en una
subida por su especial calvario, a despedirse de Dolores.

El pregonero corrió la vega con el Santísimo Cristo de la Misericordia,
cuantos recuerdos se me vienen a la mente, cuantos pensamientos que
mi torpe voz no saben transmitir.
Dolores correrá a los “Cerretes”, para despedirse de Antequera
Lágrimas derrama el cielo,
la noche del Jueves Santo.
Y tu Madre mía de los Dolores
las escondes bajo tu manto.
Que tristeza y dolor
muestras en tu pálida cara,
lacerada de dolor
llevas tu alma encerrada
Lágrimas derrama el cielo,
la noche del Jueves Santo.
Y tu Madre mía de los Dolores
las escondes bajo tu manto (saeta María del Pilar Jiménez)

VIERNES SANTO
Cada Viernes Santo Antequera, rememora viejas pendencias entre
Narváez y Chacones, Aguilares y Talaveras, franciscanos y dominicos,
para unos primara el derecho, para otros el uso y costumbre, unos
defenderán a Socorro otros a Paz, viejas rencillas que forman parte ya
de la leyenda y que tan solo alientan el recuerdo romántico de los
cofrades, que por unos instantes se convierten en valedores de antiguas
tradiciones.
Antequera se viste de gala cada Viernes Santo, la cofradía de Arriba y
la cofradía de Abajo fueron durante muchos años centro principal de
la devoción antequerana, en aquellos heroicos tiempos, donde la
historia se detuvo, pero no el sentir del pueblo.
Tiene la cofradía de “Abajo” un delicado trono con un Niño Jesús, que
no lo llaman ni chiquito, ni el Niño de la Bola, los antequeranos lo
llamamos el Niño Perdido. Es un Niño Jesús Triunfante.
Es el Niño redentor, sus pequeños y delicados pies se apoyan
firmemente, sobre el globo del mundo, que le confiere la soberanía
universal, lleva en una mano un lábaro en forma de Cruz y en la otra
un delicado rosario, que cada año con amor le colocan sus hermanos y
todo el trono rodeado de los atributos de la Pasión.
El Niño, aparece como en el quinto misterio gozoso del rosario, y
anuncia su pasión y muerte.
Y Antequera venerando al Niño, inventó al campanillerito de lujo,
¿hay algo más propio de nuestra Semana Santa?

El campanillero de lujo estará precediendo al trono de palio o de
Cristo y con el tañido de su campanita anunciará su llegada. Pero el
campanillero anuncia algo más, anuncia la pasión, anuncia la calle de
la Amargura, al igual que Jesús Niño en el templo.
Nada está improvisado en la Semana Santa de Antequera
El Dulce Nombre de Jesús Nazareno, seguirá al Niño, ¡hay nombre
más bonito!
Jesús abraza la cruz, está erguido, con mirada serena mirando al
frente mirando a Antequera, su larga cabellera negra ondeara al
viento, es el inicio del camino de la Salvación, Jesús carga su Cruz, con
mansedumbre, con humildad.
Que sensación de Paz trasmite el Dulce Nombre, que no se rinde al
peso de la Cruz.
Salvación nos da con la bendición de su mirada serena.
El calvario esta próximo, devoción de escribanos y agustinos, Santo
Crucifijo, Buena Muerte, quiso el destino.
Clavao está ese Cordero
Cristo de la Buena Muerte
desde su triste madero
nos va brindando el perdón
a toíto el mundo entero. (Saeta popular)

La citarilla y la plazuela de Santo Domingo es un bullir de
antequeranos que van y vienen, todos quieren ver a su Virgen de la
Paz.
Existe otro rito en nuestra Semana de Pasión, la visita a los templos, en
la mañana previa a su salida procesional.
La ciudad alta, la ciudad antigua se ve asediada y conquistada por
cientos de antequeranos, que en un singular peregrinar se asomaran a
visitar a las tres cofradías del Viernes Santo, unos optaran por subir
por la Cuesta de los Rojas para ver primero a la Soledad y luego por
calle Rio llegar a saludar a la Paz, y tras tomar aliento continuar por
Caldereros hasta llegar al Portichuelo a rezarle al Socorro. Otros
subirán por la Cuesta de la Paz y continuaran al encuentro con los
otros templos, qué más da, lo importante es cumplir con el rito, ver a
los hermanacos amarrar, recordar viejas historias y a los que una vez
estuvieron y ya no están.
El Portichuelo sirve de cruce para los que van y para los que vienen.
Siempre ha sido un lugar de encuentro y siempre Socorro esperando.
Pero la mañana es breve, hay que correr en una particular “vega”, no
se puede dejar visitar ningún templo.
Luego vendrá otra vez el desfile de la armadilla, majestuoso,
proclamando, la inmediata salida, uno tras otro los devotos de “Abajo”
van despidiendo a sus titulares, que comienzan su estación penitencial,
y por fin la apretujada plazuela de Santo Domingo, de pronto se
ilumina.
Es la Virgen de la Paz, que desde el cancel del viejo convento asoma a
saludar a sus cofrades. Todo se precipita. Estandartes, guiones,

nazarenos, armadilla y campanilleros, ocupan las calles de Antequera
ni un alfiler cabe, nadie se queda en casa todos acuden a la cita.
En tanto en el Portichuelo, todos son vivas, la plaza está inundada de fe
y de espíritu franciscano, Antequera es franciscana, ya nos lo dice
nuestro cronista Antonio Parejo Barranco.
Y aquí desde el Colegio de Santa María de Jesús, saldrá el único trono
alegórico de la Semana Santa de Antequera, la Santa Cruz de
Jerusalén, el trono insignia de la Cofradía de “Arriba” Las cinco
cruces representan las cinco llagas de Cristo Y también simbolizan la
representación de Jesucristo, y los cuatro evangelios proclamados en
las cuatro esquinas de la Tierra comenzando en Jerusalén. Es el culto a
las heridas de Cristo, como fuente de vida.
Y Jesús Nazareno llenará de vivas el Portichuelo y una saeta a lo lejos
se oirá
Hasta la Luna se para
cuando te ve con la cruz.
Y con su luz limpia y clara
quiere limpiarte, Jesús
la sangre en tu cara. (saeta popular)
La rica cruz de plata sobre los hombros del Nazareno, ayudado por
Simón Cirineo, a sus pies la mujer Verónica, es la sexta estación del
Vía Crucis, una mujer se abrió paso entre los soldados que escoltaban
a Jesús y enjugó con un velo el sudor y la sangre de su divino rostro,
¿cabe mayor acto de amor?

Jesús Nazareno aparece en actitud caminante, inclinando el cuerpo
levemente hacia delante como rendido por el peso de la cruz, que toma
con ambas manos. El rostro consigue una serenidad idealizada, sin que
el dolor y la sangre desdibujen la belleza de su faz.
A penas a avanzado unos metros cuando un atronador mormullo de
vivas y rezos reciben a María Santísima del Socorro, todos quieren
acercarse todos quieren tocar sus andas, penitentes y tarjeteros se
entremezclan con el barrio, los curiosos los devotos y los cofrades toda
una amalgama rodea a la Virgen del Socorro, y como si de un solo
cuerpo se tratara avanzan al unisonó en busca de Paz, de la hermana
cofradía de “Abajo”
Y este pregonero una vez más ha sido afortunado y ha tenido la suerte
de estar en esta bulla sin par, por capricho de una campanillerita que
con el capuz al hombro, el pelo despeinado y la cola al brazo, no quería
separarse de la Socorrilla, ni en Portichuelo ni Herradores, gracias le
doy al cielo de haber vivido ese momento, que vista tubo mi hija.
La Semana Santa de Antequera son momentos, instantes, que hacen al
cofrade comprender la vida, y amar, que antequerano no tiene un
rincón, para ver pasar a su Cristo o a su Virgen, un momento intimo
de acercamiento, un soplo de silencio, una esquina donde lanzar una
plegaria.
a mí me gusta sentir a la Virgen del Socorro cuando entra en calle
Infante y ese inmenso buque de fe que es su trono comienza a encarar
su pro a San Sebastián moviéndose a babor y a estribor llenando con
su gracia a Antequera, con paso firme, aquí ya es “Socorrilla”

Y la Virgen del Socorro se entrega a su pueblo, ya todo será vítores y
alabanzas.
A lo lejos María Santísima de la Paz espera impaciente, Antequera
vivirá el último encuentro de su Semana de Pasión, y por último el más
emotivo, a los pies del Angelote, del Ángel de la Guarda de Antequera.
La Virgen de la Paz avanzara desde San Sebastián, lenta, majestuosa,
dejándose querer y contemplar por Antequera, por la estrella llegará
la “Socorrilla”, balanceando armoniosamente las varas de su palio y
llenando de dones a Antequera, como queriendo que el tiempo se
detenga, hasta prolongar al infinito este instante de gloria cofrade.
¡Cuántos grandes momentos tienen las cofradías de Antequera!
Todo es un frenesí, las voces roncas vitorean a Paz y Socorro, ya no
hay rencillas, ahora solo hay hermandad.
Y María Santísima de la Paz, encara su cuesta, camino de su Calvario
Y Antequera va a despedirla
Y Antequera va a correr su “Vega”
“Vega “de Amor
Vega de Esperanza
Vega de Paz
Un toque de campana…
Y una voz firme gritará
¡A la Vega!

Y un ejército de Ángeles
Alzara sobre Antequera
a María Santísima de la Paz
¡Y a la Vega gritará Antequera!
…Y El Portichuelo espera impaciente
A su Socorro
A la Virgen de Antequera
¡A la Vega A la Vega!
Que Antequera nos espera
¡Mirad, mirad nuestra Madre del Socorro
que ya por la cuesta sube!
¡Qué hermosa! ¡Bendita sea!
la Reina de nuestras almas!
luz toma el sol en sus ojos,
y la luna, enamorada,
a los balcones de Oriente
se asoma para mirarla.
El cielo azul, se reviste
en vez de manto una gasa;
se torna el solano en brisa,

pero brisa perfumada;
la primavera soríe
mostrando sus ricas galas,
y la Ciudad es un himno
de místicas alabanzas.
Mirad, mirad nuestra Madre
que del Socorro se llama
¿Bendita, bendita seas,
estrella de la mañana
luz que nuestros pasos guía
aliento de la esperanza;
socórrenos, Madre nuestra,
y que jamás tu mirada
se aparte por un momento
de tu fiel Antequera
¡Madre Nuestra del Socorro
Bendita, bendita seas! (Adaptación. A. Calvo. 1888)
Y de repente el silencio, Antequera, se persigna y reza.
Silencio, Jesús ha muerto.

Desde el antiguo convento del Carmen un triste cortejo a traviesa
Antequera, todo es silencio, atrás quedó el bullicio, atrás quedó la vega,
atrás quedó la luz.
Adiós, Señor, que vas muerto
en tu caja de cristal,
¡mis ojos no pueden verte
de tanto llorar
lloran la tierra, y el cielo,
lloran las nubes y el sol,
lloran pájaros y flores
por la muerte del Señor.
Unas notas de música armoniosa y unas letanías lejanas anuncian a
Cristo Nuestro Señor.
Lejanos están ya los tiempos, en los que desde este viejo templo de San
Francisco, un grupo de cofrades encabezados por Pepe Aragón y los
hermanos Francisco y Fernando Rosales y la Junta de Gobierno de la
entonces Agrupación de Cofradías, decidiera reorganizar en la noche
del Sábado Santo, la salida procesional del Santo Cristo Yacente, para
ello se recurrió a los Estudiantes, los Estudiantes siempre han estado
prestos a lo Antequera les ha pedido.
En aquella ocasión y durante algunos años se uso el trono del Cristo
Verde, su pequeña moldura y sus cuatro hachones parecían estar
pensados para portar a Cristo, una blanca sabana servía de mortaja
abierta y unos escuetos iris acompañaban al Señor, sabiamente

colocados por un ejercito de camareras voluntarias, Enriqueta, Julia,
Victoria, Isabel, Soledad...
El cortejo salía de San Francisco para despedirse en San Agustín, y
algunos años salía de San Agustín y se encerraba en San Francisco.
Diez años después, muchos de estos cofrades protagonizaron un hecho
histórico que jamás olvidaremos, la reorganización de la antigua
cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro. Cincuenta
años llevaba Antequera, sin ver a esta bella dolorosa.
Y Antequera apagó sus luces en muestra de respeto
¡Silencio!
Por dios, guarden silencio
que cristo ha muerto,
muerta de dolor su mare
en una noche sin luz
por mis pecaos y pesares.
Y un silencio estremecedor inunda Antequera, al paso de la urna y de
Nuestra Señora de la Soledad. Capricho antequerano de perfección
cofrade.
Miradla triste y llorosa
como rosa en tempestad
envuelta en su negro manto
lloraba la Soledad

la Noche del Viernes Santo.
Eres más bonita Virgen
que la nieve en el barranco
que la rosa en el rosal
que el lirio blanco en el campo
Virgen de la Soledad (Saetas cuarteleras populares)

DOMINGO DE RESURRECCIÓN
"Si Cristo no hubiese resucitado, vana sería nuestra fe" (I Cor 15,14).
Muestra la justicia de Dios que exaltó a Cristo a una vida de gloria
Con su Resurrección y posterior Ascensión a los cielos, Cristo completó
el misterio de nuestra salvación y redención; por su muerte nos libró
del pecado, y por su Resurrección nos restauró los privilegios perdidos
por el pecado (Rom 4,25).
Es Domingo de Resurrección, es la culminación de la teología cristiana,
por ello es el titular de la Agrupación de Cofradías, no podía ser otro,
Jesús emerge del sepulcro, elevado sobre una nube de gloria, en la
mano izquierda el lábaro, la derecha en actitud de bendecir, todas las
hermandades acuden a acompañar a Cristo Resucitado y los
campanilleros de lujo harán repicar por gloria sus campanas, ahora no
anuncian la Amargura ahora anuncian la Salvación Eterna.
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida;
el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo
aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente”.
(Juan 11:25-26)

EPILOGO
El pregón llega a su fin, este humilde cofrade solo ha podido contar
torpemente lo que ha vivido, y lo ha hecho desde el corazón, no podía
hacerlo de otra forma.
¿Y algunos dirán? y le falta algo
Y NO LA HA NOMBRADO, estará diciendo su camarera
Y no la nombra habrán dicho sus hermanacos
No la ha nombrado dirán sus cofrades
¿pero hace falta nombrarla?
¡si está presente!
Si nos está mirando
Si está en nuestros corazones
Si esta en nuestro pensamiento
Te conocí,
cuando no tenías palio
y tu manto recogía los luceros del cielo
que sobre tí caían.
En San Zoilo nació una flor
blanca y de fragante aroma
que a su barrio dio esplendor
y que lleva en su corola

la esperanza y el amor
Vera Cruz bendita
te pide este pregonero,
voz para decir te quiero
para gritarte ¡bonita!
para alabar tu grandeza
para cantar tu belleza,
voz para llamarte guapa
¡mil veces guapa!
Y ya no puedo dejar de nombrarla
Vera Cruz, siempre Vera Cruz
Y gritarte ¡bonita! Y guapa
¡y mil veces guapa!
HE DICHO

Attachments:
Download this file (jose_escalante_pregon_2011.pdf)(2011) D. José Escalante Jiménez[Pregón Semana Santa 2011 por Don José Escalante]
 
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