PREGÓN DE LA SEMANA SANTA DE ANTEQUERA
PRONUNCIADO EN EL SALON DE PLENOS DEL EXCELENTISIMO AYUNTAMIENTO LA NOCHE DEL SABADO DE PASION DEL AÑO 1.963
POR
D. DIEGO MORENO JORDAN
Datos biográficos de D. Diego Moreno Jordán D. Diego Moreno Jordán, nace en la vecina localidad de Campillos, abogado por la Universidad de Madrid, periodista en ejercicio y poeta de exquisita sensibilidad ganador de la Flor Natural de los Juegos Florales de Granada del año 1.946. Colaborador de diversos medios de comunicación, une a su destacada personalidad el amor y la preocupación por el campo andaluz y el afecto hacia la tierra antequerana y a muchos de sus hijos, lo define como la persona adecuada para cantar en este año las glorias de nuestros desfiles procesionales.
Aclaración No ha sido posible localizar el Pregón pronunciado por D. Diego Moreno Jordán, a continuación transcribimos lo escrito por el Sol de Antequera de aquella fecha. El Sr. Moreno Jordán hizo un brillante recorrido por la historia y las leyendas antequeranas, de cuya ciudad hizo una poética descripción, hablando de sus bellezas naturales y artísticas, que conoce de antiguo, y después pasó a describir la Semana Santa Antequerana, de imágenes hermosas y veneradas, ante las que se postran con fervor los hijos de esta tierra. Hizo una emocionada evocación de los desfiles de sus Cofradías, de la Pollinica, la de los niños que reciben a Jesús en el jubiloso Domingo de Ramos; la de los Estudiantes con su Cristo de la Buena Muerte; la del Mayor Dolor; la del Consuelo; la de Servitas, y sobre todo, la apoteósica noche del Viernes Santo, con sus Vírgenes de la Paz y del Socorro, y finalmente el Santo Entierro. Como final y para muestra de la exquisita oratoria del conferenciante, ofrecemos las palabras finales de su elocuente discurso.
PREGÓN “ Noche del Sábado Santo... Y, entra por fin en la Iglesia la Virgen de la Soledad, o para decirlo con palabras nuestras, se ha encerrado la ultima procesión. Yo sé que todo lo expuesto no es más que pálido reflejo de la realidad que constituye la Semana Santa de Antequera, para explicar la cual, tal vez sea lo menos oportuno la palabra. Como final de mi pregón que hubiera querido brillantísimo y que ha quedado torpe por la grandeza de lo pregonado y la humildad del pregonero, yo quisiera que, desde el último rincón del templo, con la humildad del publicano, con las rodillas del alma hincadas ante el altar de nuestra mayor devoción, con palabra reverente y emocionada, supliquemos a Cristo y a su bendita Madre que no falte nunca a Antequera su protección y ayuda, que ilumine el camino de nuestro constante esfuerzo, que haga realidad el vuelo de nuestra mejor ilusión, que guarden y cubran siempre las alas angélicas el sendero de nuestra fe, que haga prodiga la mano de nuestra caridad, que reine siempre en nuestro cristiano sentir, que nos aparte de la sombra y de la tierra estéril, que derrame su misericordia sobre nuestra hora final y que no pasen en balde sus imágenes por nuestro pueblo, cuando no parece que somos nosotros quienes hablamos a Dios sino que es Dios quien habla, mira y contempla a los hombres, poblando el alma de silencios para que su voz dialogue en ella como el viento y espiga de nuestros campos. Que no pasen en balde sus imágenes benditas, que parece que más que venir para que nosotros le recemos, pasan rezando por los que no supieran rezar. |